sábado, 22 de septiembre de 2012

Urdhva Dhanurasana 



Urdhva Dhanurasana (El puente, el arco, back bending)

Con la edad la columna vertebral se degenera se acorta y pierde su vitalidad. 
Las extensiones contrarrestan este proceso, la columna permanece larga y flexible estirando los órganos internos y expandiéndolos. 
El cerebro se vigoriza y la mente permanece atenta y alegre. 

Urdhva Dhanurasana abre fuertemente el pecho y los hombros mantiendo el cuerpo flexible y generando una sensación de vitalidad.

Urdhva Dhanurasana paso a paso.

Túmbese en el suelo de espaldas.

- Doble las rodillas y acerque los talones a las nalgas. Si fuese necesario ayúdese con las manos, agarrando los tobillos para acercar más los talones a las nalgas.

- Los pies deben de estar paralelos entre si y separados a una distancia equivalente a la anchura de sus caderas.

- Levante los brazos por encima de la cabeza, flexione los codos y coloque las manos por debajo de los hombros. Palmas de las manos apoyadas en el suelo con los dedos apuntando hacia los hombros.


- Espire y eleve el tronco, las nalgas y el pecho del suelo, apoyando la cumbre de la cabeza en el suelo. 
 
- Mantenga los muslos y los bordes internos de los pies paralelos entre sí. 

- Realice un par de respiraciones.

- Presionando por igual las manos y pies contra el suelo, espire y eleve la cabeza y el tronco del suelo estirando los brazos. 

- Levantando los talones elévese sobre los metatarsos de los pies en un primer momento, con el fin de concentrarse en extender los brazos con fuerza. 


- Brazos completamente estirados. No permita que sus codos se abran hacia los lados.

- Expanda sus manos y dedos de las manos para que estén completamente en contacto con el suelo al máximo Mantenga su peso en la base de los dedos y no tanto en las muñecas.

- Absorba sus omoplatos hacia su pecho y deje que su cabeza cuelgue, mirando hacia la pared, también puede mirar hacia el suelo, en ambos casos no tense la garganta y no atrase excesivamente la cabeza comprimiendo la nuca. 

- Establezca la máxima elevación en la pelvis sin rotar externamente sus piernas y caderas, por la excesiva contracción de los glúteos. Hay acción en las nalgas, pero no están contraídas. 

- La excesiva contracción de las nalgas apretando una contra otra hace que la parte delantera de los muslos roten hacia el exterior, restringiendo el movimiento de la pelvis, estrechando la articulación sacroiliaca y provocando dolor. Mantenga sus muslos girados hacia adentro para ayudar a prevenir esto. 
- Elévese hacia el techo usando la potencia de las piernas y los muslos posteriores. Trabaje más sus muslos que sus nalgas

- Levante el cóccix al máximo hacia el techo. Elévese hacia arriba desde la parte inferior de los glúteos, no desde la parte superior de sus glúteos ni desde su columna lumbar.

- Una vez que haya alcanzado la máxima altura en la postura, baje los talones al suelo manteniendo la elevación del coxis y pelvis, sin perder la rotación de los muslos hacia dentro y sin que las rodillas se abran hacia los lados.

- Mantenga las rodillas alineadas sobre los talones para que las tibias permanezcan en posición vertical. 
- Bordes internos de los pies paralelos entre sí incluso ligeramente los talones girados hacia fuera. 

- Reparta por igual el peso entre manos y los pies.

- Alague su sacro y glúteos hacia las piernas, llevando la parte superior de sus nalgas lejos de la zona lumbar hacia las rodillas posteriores y lleve los huesos de la cadera frontal (crestas ilíacas anterior) hacia el abdomen, creando una acción circular en la pelvis. 

- Los muslos frontales (cuádriceps) se elevan y se estiran. Trate de crear más y más espacio en sus ingles frontales.
- En la piernas posteriores, la parte superior de sus glúteos se alargan hacia las rodillas y los tendones de la corva se alargan hacia las nalgas. 

- Estas acciones en piernas y caderas permiten crear una mayor altura en Urdhva Dhanurasana.
- Suavice su garganta y no atrase excesivamente la cabeza comprimiendo la nuca.

- Levante el cóccix hacia arriba cada vez más. Levante tanto, que la cintura y las axilas se vuelvan cada vez más y más delgadas por el estiramiento.

- A medida que aumenta más su elevación y profundiza en el arco de la columna vertebral, siga manteniendo el alargamiento de la columna vertebral tanto frontal (Separando la distancia entre el hueso del pubis y el esternón) como de la columna posterior (alejando la columna vertebral inferior lejos de su columna vertebral media y alta)

- Expanda la planta de sus pies y dedos, presionando con fuerza desde el suelo hacia arriba, especialmente el borde interno de los pies (talón interno y raíz del dedo gordo del pie que tienden a perder la fijación en suelo) para ayudar a elevar y mantener las piernas activas y girando hacia el interior.

- Sin mover las manos del suelo cree la acción de acercar sus antebrazos y codos, uno junto a otro, y rote sus tríceps hacia adentro.

- Entre sus omóplatos profundamente en la espalda y levántelos hacia el techo alejándolos de sus manos. 

- Al igual que la acción circular de la pelvis, también hay una acción circular en el pecho. Debe llevar sus costillas posteriores hacia arriba con fuerza mientras lleva las costillas frontales hacia abajo, hacia su cabeza. Imagine una rueda en el pecho girando en la misma dirección que la rueda en la pelvis. 

- Una vez estable en la postura, lleve el pecho hacia la pared de enfrente, alineando su pecho y axilas frontales directamente sobre sus muñecas de manera que sus brazos estén verticales. 
- Abra bien los espacios intercostales especialmente la parte baja del pecho y ensanche el diafragma.

- Abra el pecho lo más profundamente posible expandiéndolo de lado a lado 
- Abra sus axilas frontales.
- En la postura final el cuerpo se estira en dos direcciones una desde las palmas de las manos hacia el tronco y la otra desde los pies hacia el tronco. El punto de encuentro es la base inferior de la columna (no las lumbares). Intente elevar este punto todavía más.

- Como en todas las extensiones, la acción y fuerza debe estar en la parte posterior de su cuerpo, relaje la parte frontal de su cuerpo tanto como le sea posible. La naturaleza de las extensiones es tal que crea una apertura natural en la parte frontal de las caderas, por lo tanto es necesario poner más atención a la apertura y creación de espacios en la parte posterior de las caderas, así como al alargamiento de la columna inferior para evitar que esta zona se contraiga.

- Suavice y deje pasivos los músculos de su cara, boca y garganta

- Suavice la respiración.

- Asegúrese de que no contiene la respiración durante la postura, continúe respirando, incluso en las fases de más esfuerzo de Urdhva Dhanurasana. 

- Una respiración suave y acompasada le proporcionará una correcta oxigenación y una práctica relajante sin tensiones.

- Mirada tranquila.

- Mantenga la postura 10-30 segundos o hasta que la postura deje de ser operativa.

- Urdhva Dhanurasana se debe de repetir como mínimo dos o tres veces, esto permite aliviar las tensiones que se haya producido en la espalda, permitiendo una mayor extensión y mejora general de la postura.

- Es preferible y recomendable hacer Urdhva Dhanurasana varias veces seguidas durante menos tiempo, que mantener la postura mucho tiempo a costa de contraer y tensar el cuerpo y la mente.


- Para salir doble brazos y piernas, apoye la cumbre de la cabeza en el suelo en un primer paso o directamente baje suavemente al suelo la espalda y las nalgas 

- Relaje la postura tumbado boca arriba con las piernas plegadas y realice unas cuantas respiraciones antes de salir.



Ajustes Urdhva Dhanurasana
(1) Puede poner un cinturón alrededor de los muslos, le ayudará y guiará al principio a mantener la anchura correcta de las piernas evitando que sus rodillas y piernas se separen más que la anchura de su cadera.




(2) También puede utilizar un bloque entre sus pies para evitar que los pies giren hacia afuera o hacia adentro, y así aprender a mantener los pies paralelos. 




(3) Gire la parte superior del brazo exterior y mantenga el peso sobre la base de los dedos especialmente sobre los dedos índice más que sobre las muñecas. 
Puede girar las manos hacia afuera en el piso, si con ello le ayuda a mantener sus brazos estirados y paralelos entre ellos sin doblar los codos. 






Modificaciones Urdhva Dhanurasana

Modificación con bloque en las manos
Si al principio encuentra Urdhva Dhanurasana difícil y no puede elevar el tronco y estirar sus brazos, puede utilizar unos bloques de madera como soporte para sus manos. Coloque los bloques de madera apoyados contra una pared y realice la postura con las manos en los bloques. 

Puede cogerse los codos con un cinturón para no separarlos en exceso

Esta modificación con bloques en las manos da más libertad a su pecho y permite hacer Urdhva Dhanurasana con menor esfuerzo físico y mayor facilidad. También lo puede utilizar como variación de Urdhva Dhanurasana en su práctica habitual.



Modificación con bloque para los pies

Otra modificación de Urdhva Dhanurasana, para ayudar con la acción de levantar las caderas, es elevar los pies en bloques de madera o incluso con una altura mayor que el bloque, en un banco o en una silla. 

Coloque siempre los bloques o silla contra una pared como medida de precaución para evitar que se resbale y empuje hacia abajo con los pies no hacia fuera.
Esta altura extra en los pies hace más difícil llegar a la postura y requiere más fuerza en los brazos al subir y bajar, pero da una mayor ligereza a Urdhva Dhanurasana, una vez que está arriba. 
Urdhva Dhanurasana con los pies elevados en una silla o de apoyo, se hace sobre todo para los hombros, para darles más libertad y llevar la movilidad a su pecho. 



Modificación con silla

Incluso si con bloque en las manos o pies no le es posible elevar el tronco del suelo, puede hacerla sentado en una silla: 

1) Siéntese en la silla con las piernas por la parte posterior de la silla.

2) Apoyando su espalda sobre la base de la silla, coloque sus manos en el suelo. No baje su cabeza al suelo tan solo apóyese la espalda en la silla lo necesario para que llegue con su manos al suelo con los brazos ligeramente doblados. 
 

3) Con sus piernas y pies paralelos entre sí eleve su pelvis hacia arriba desde sus manos y pies. 


4) Realice y mantenga los mismos ajustes descritos en Urdhva Dhanurasana sin silla.

Esta modificación con silla permite realizar Urdhva Dhanurasana más accesible al principio, en lugar de realizarla desde el suelo. Las personas más altas puede incluso tratar de levantar la silla del suelo con su pelvis, elevando el respaldo de la silla. 
Esta práctica no es sólo para principiantes, también es una variación para practicantes más avanzados para mejorar Urdhva Dhanurasana o como preparación de Urdhva Dhanurasana final.


Hemos explicado cómo realizar Urdhva Dhanurasana desde el suelo pero si tiene practica y experiencia puede ir a la postura también desde Tadasana (postura de pie), Sirsasana (postura sobre la cabeza) y Adho Mukha Vrksasana (perro hacia abajo). 


http://www.youtube.com/watch?v=SigweHuX7J8


domingo, 16 de septiembre de 2012

Salamba Sarvangasana


Salamba Sarvangasana

Salamba: apoyado
Sarva: todo, entero, o todos los miembros

Sarvangasana significa todo el cuerpo sobre los hombros, también se conoce en español con el nombre de la vela, el cual expresa magníficamente las características de verticalidad y estiramiento hacia arriba que son la esencia de esta postura.



Técnica

1- Posición de partida: túmbate sobre la espalda con las piernas estiradas y los pies juntos. Los brazos extendidos a lo largo de los costados, con las palmas de las manos apoyadas en el suelo. La zona lumbar bien apoyada en el suelo. Las cervicales estiradas, el mentón recogido y el maxilar inferior relajado.
2- Inhala y a continuación, exhalando, eleva las piernas hasta que formen un ángulo recto con el tronco.
3- Vuelve a inhalar y luego, exhalando, eleva las glúteos y la espalda (poco a poco) con la fuerza de la cintura y presionando con las manos contra el suelo, llevando las piernas hacia atrás y hacia arriba. A continuación endereza el tronco y las piernas hasta que el cuerpo quede lo más vertical posible. Inmediatamente flexiona los brazos y coloca las manos en el centro de la espalda, cerca de los omóplatos. Con la ayuda de las manos estira verticalmente al máximo el tronco y las piernas.
En la postura final, el esternón se aproxima y contacta con el mentón. El peso del cuerpo descansará principalmente sobre los hombros y los brazos, la zona occipital de la cabeza y la nuca participan en menor grado.
4- Para ajustar y afianzar la postura: exhalando, baja la pierna derecha muy estirada por detrás de la cabeza, si es posible, hasta que el pie contacte con el suelo. El movimiento ha de ser lento, regular y sin tirones. No permitas que la pierna caiga de golpe, ni que se redondee la espalda. Mientras tanto la pierna izquierda permanece muy estirada, vertical y en línea con el tronco. Después de una breve pausa, inhalando, eleva la pierna derecha hasta la posición vertical y repite el proceso con la pierna izquierda. Notarás ahora que la posición es más vertical y cómoda. Relaja conscientemente todos los músculos que no intervengan en mantener la postura. Relaja muy bien el cuello para facilitar la respiración...
5- Cuando notes que has estado un tiempo suficiente, desarma la postura lentamente.
Si estás realizando una serie de asanas puedes bajar directamente a la postura del arado, llevando las piernas lentamente por detrás de la cabeza, hasta que las puntas de los pies se apoyen en el suelo. Si estás practicando sarvangasana de forma aislada, regresa a la posición de partida dejando que las piernas caigan ligeramente hacia la cabeza y apoyando las manos contra el suelo. Sujetándote con las manos y con la fuerza de la cintura, ve posando la espalda sobre el piso, vértebra por vértebra, hasta que los glúteos alcancen el suelo. Finalmente, desciende las piernas flexionadas hasta que reposen en el suelo. 
El movimiento ha de ser lento y sin tirones, evitando que durante su desarrollo la cabeza se levante del suelo. Cuando estés en la postura de relajación, sacude un poco los hombros para que queden sueltos y deja que la cabeza caiga por su propio peso hacia ambos lados, de oreja a oreja, un par de veces. Este movimiento facilitará la distensión del cuello.

Detalles técnicos

La base de la postura ha de ser simétrica. En la postura final las manos presionan firmemente la espalda obligando a que el esternón quede en contacto con el mentón.
El peso del cuerpo descansará principalmente sobre los hombros y los brazos, la zona occipital de la cabeza y la nuca participan en menor grado.
El cuello permanece relajado y bien estirado en su zona posterior. Los codos se aproximan entre sí al máximo y los hombros se alejan del cuello. Hay que intentar que todo el cuerpo quede vertical, de manera que las piernas y el tronco formen una línea recta perpendicular al suelo. Cuando se consigue la verticalidad total en la postura, se establece un equilibrio perfecto y desaparece el tirón gravitacional, lo que permite permanecer en la asana sin ningún esfuerzo; esto no se logrará al principio, pero la práctica regular flexibilizará suficientemente el cuello y la espalda y hará posible adquirir una postura completamente vertical.
Es deseable un máximo de relajación en sarvangasana, pero para conseguir una mayor verticalidad habrá que mantener activos los glúteos y la musculatura posterior de los muslos, así como elevar las caderas, meter la pelvis y estirar las piernas y los pies hacia arriba.
Toda asana debe reunir dos cualidades fundamentales: firmeza y comodidad.

Los músculos señañados en rojo están en estiramiento y los que te muestro en azul en activación.

Concentración

Fase dinámica: enfoca la atención en coordinar la respiración con el movimiento y observa todos los grupos musculares que van participando en el movimiento. Los principiantes han de concentrarse en realizar correctamente todos los detalles técnicos.

Fase estática: observa la respiración abdominal. Relájate al máximo. Toma conciencia de la inmovilidad. Los veteranos desarrollarán una toma de conciencia más depurada: conciencia de la respiración y de todo el cuerpo en la postura y de la sensación general que ésta produce. Conciencia particular de vishudda chakra. (chakra de la garganta)


Tiempo de permanencia y ubicación en la sesión
Unos pocos segundos los primeros días y hasta tres minutos para un practicante avanzado. Se puede llegar a sostener hasta diez minutos cuando se esté suficientemente entrenado. Si se practica dentro de una sesión de asanas de uno a tres minutos será suficiente. Sarvangasana se realiza preferentemente al principio o al final de la sesión.

En el caso de ashtanga vinyasa yoga mantener 15 respiraciones.

Beneficios principales
Mejora la circulación sanguínea en todo el cuerpo. 
Armoniza el funcionamiento de las glándulas tiroides y paratiroides. 
Estimula el funcionamiento del aparato digestivo. 
Equilibra el sistema nervioso. 
Previene el resfrío y males de la garganta. 
Es muy útil para combatir algunas enfermedades como: asma, bronquitis, elefantiasis, varices, hemorroides, diabetes, etc.
Equilibra la actividad de ida y píngala (canales energéticos) directamente relacionados con el sistema nervioso simpático y parasimpático. 
Estimula la actividad de vishuddhi chakra. (chakra de la garganta)
Fortalece la musculatura de la espalda y el canal vertebral.
Mejora la circulación venosa
Buena irrigación cerebral.
Descongestiona órganos internos del bajo vientre.
Tonifica nervios de la zona cervical, aliviando dolores de cabeza.

Contraindicaciones
No debe practicarse sarvangasana si se padece alguna afección seria de hígado, bazo o corazón y en caso de tiroides inflamadas y tensión alta. 
Descartar esta postura cuando existan dolencias agudas de la cabeza o el cuello, infecciones bucales, otitis, anginas, etc. 
Sin embargo algunas variantes especiales dirigidas por un profesor experto en Yoga Vital terapéutico pueden ser de utilidad en algunas de estas afección.
Contraindicada durante la menstruación.

POSICIÓN DE SALIDA: Estirados sobre el suelo, flexionamos piernas y dejamos los pies paralelos en el suelo a la anchura de nuestro cuerpo. Los brazos pueden estar al lado del cuerpo con las palmas de las manos hacia abajo.
Llevamos las piernas flexionadas sobre el cuerpo; con las manos en el suelo podemos aprovechar para levantar la pelvis y las piernas a la vertical (en mi práctica primero hago Halasana, yendo con las piernas hacia atrás mientras colocamos las manos planas en la espalda y los codos lo más juntos posible, sin que sea excesivamente incómodo; a partir de aquí subo a Sarvangansana).

ALINEACIÓN: es importante colocar las manos bien planas en la espalda sintiendo el contacto contra la superficie de la parte torácica. También podemos acercar los codos entre ellos y, si podemos, ir subiendo las manos a los omóplatos (siempre que no desestabilizemos la postura o estemos incómodos). Llevamos la atención a la pelvis y protegemos la zona lumbar intensificando las nalgas. Sentimos que el cuerpo descansa sobre la parte más alta de la espalda, los hombros y la parte alta de los brazos. Tratamos de mantener el cuerpo lo más recto posible, formando una línea perpendicular con el suelo (¡ver foto arriba derecha!)

RESPIRACIÓN: Es una asana donde fácilmente identificamos la respiración, viendo nuestro abdomen moverse inspirando y espirando. El maxilar y el mentón están en contacto con la parte alta del cuerpo y las costillas superiores. Respiramos lenta y profundamente, mientras sentimos la zona cervical en su máximo estiramiento.

ERRORES MÁS COMUNES EN LA ALINEACIÓN: Las manos no están a la misma altura en la espalda, produciendo desalineación en la postura.
No mantener la verticalidad.
Bloqueada la respiración o bien, respirar por la boca.
Al inicio de la postura, lanzarse excesivamente rápido para llegar a laverticalidad “a toda costa” (para evitar esto, nos podríamos ayudar de la pared).
Al bajar, caer pesadamente contra el suelo sin ningún control del cuerpo y, en consecuencia, levantar la cabeza del suelo por inercia.

SOPORTES: Podemos poner una manta doblada justo a la altura de los hombros, para tener cierto espacio entre la zona cervical y el suelo.
Ayudarnos de la pared.
Hacer “Viparita Karani”, una media postura más apropiada para los principiantes (media vela, se adjunta foto justo debajo); o hacer “Ardha Sarvangasana” que es la mitad de la postura, manteniendo piernas flexionadas sin estirarlas en vertical.

Este video te ilustra muy bien la ejecución y sus variantes.

Pisa el siguiente link:


ES UNA POSTURA QUE REPORTA amplitud a nuestra respiración; pues habitualmente lo hacemos por la parte más alta del cuerpo, lo cual es prácticamente imposible en Sarvangansana, donde la respiración es abdominal. Por esta misma razón, beneficia a las personas con problemas de asma.

CHAKRA: el chakra más directamente afectado en esta asana es Vishudda, en la base del cuello.

DOSHA: Vata: relaja exceso de Vata, al mantener la cabeza en el suelo y la respiración abdominal (aunque tenga los pies contra el cielo…).
Pitta: lo equilibra bajando el exceso de Pitta.
Kapha: estimula Kapha o hace bajar Kapha.


EFECTOS DE SALAMBA SARVANGASANA I
  1. Nunca se podria exagerar la importancia de Sarvangasana. Se trata de una de las mayores bendiciones conferidas a la humanidad por nuestros antiguos sabios. Sarvangasana es la madre de las asanas.
  2. Existen en el organismo diversos órganos endocrinos o glándulas de secreción interna que, bañadas en sangre, absorben de esta los elementos nutritivos y segregan hormonas para el correcto funcionamiento de un cuerpo y un cerebro equilibrados y bien desarrollados. Si estas glándulas dejan de funcionar correctamente, no se producen las hormonas como es debido y el cuerpo empieza a deteriorarse. Asombrosamente , muchas asanas tienen un efecto directo sobre las glándulas y facilitan su correcto funcionamiento.
  3. Sarvangasana actua sobre las glándulas tiroides y paratiroides, situadas en la región del cuello, ya que por la acción del firme bloqueo de la barbilla éstas ven aumentada la aportación de sangre. Por otro parte, dado que el cuerpo se halla en posición invertida, la sangre venosa afluye al corazón sin esfuerzo alguno por la fuerza de la gravedad. Sangre sana circula por el cuello y el pecho. Como resultado de ello, las personas afectadas de ahogo, palpitaciones, asma, broquitis y otras dolencias de garganta, encuentran alivio.
  4. Puesto que la cabeza permanece firme en esta posición invertida, y la afluencia de sangre a ella es regulada por el bloqueo firme de la barbilla, los nervios se calman y los dolores de cabeza y aun los crónicos desaparecen.
  5. La práctica continuada de esta asana quita la raíz de los resfriados y otros trastornos nasales. Debido a su efecto calmante sobre los nervios, quienes padecen de hipertensión, irritación, poca serenidad, excitabilidad nerviosa e insomnio se alivian notablemente. El cambio de la gravedad del cuerpo afecta también los órganos abdominales, haciendo que los instestinos se muevan libremente y desaparezca el estreñimiento; en consecuencia, el organismo se libera de las toxinas y uno se siente lleno de energía.
  6. Asimismo es de valiosa ayuda en el alivio de la epilepsia, disminución de la vitalidad y en la anemia. No es exageración al decir que una persona practica regularmente Sarvangasana, se sentirá con nuevo vigor y fuerza, y estará alegre y confiada.

Últimos detalles explicativos:
Salamba (सालम्ब, Sālamba) = sostenido, apoyado
Sarva (सर्व, Sarva) = todos, cada uno
Anga (अङ्ग, Aṅga) = Miembros, miembros del cuerpo
Asana (आसन, Āsana) = Posición, postura
Salamba Sarvangasana (सालम्ब सर्वाङ्गासन, Sālamba Sarvāṅgāsana) = Posición de apoyo de todos los miembros del cuerpo

viernes, 7 de septiembre de 2012

Pachimottasana


“Paschimo” significa oeste, posterior, y “tan” estiramiento o extensión, de manera que Paschimottanasana significa “postura que estira la parte posterior del cuerpo”. A pesar de su significado literal esta postura se denomina habitualmente la pinza.


Al final tienes tres vídeos que te recomiendo


Ejecución
Siéntese en Dandasana, sobre una o dos mantas dobladas. 
- Estire las piernas alargando sobre todo los gemelos y talones hacia delante y apoyando firmemente los talones en el suelo.
- Expanda las plantas de los pies con los dedos apuntado al techo con los pies juntos.
- Estire las piernas, manteniendo las tibias y muslos fuertes hacia el suelo.
- Eleve los brazos por encima de la cabeza en Urdhva Hasta Dandasana y alargando el tronco, expire e incline el tronco hacia delante, hasta que agarre con las manos los lados externos de los pies, manteniendo la espalda cóncava (Padangusta Dandasana).  Si no llega a coger los pies con las manos utilice un cinturón.
- Alargue el cuerpo frontal desde el pubis al esternón,  así como los costados del tronco,  estirando la columna vertebral y procurando darle concavidad  a la espalda, mantenga esta posición unos segundos.
- Doble los codos y elevándolos, baje el tronco hacia las piernas, alargando el tronco hacia los pies. 
- Apoye el abdomen y el pecho sobre los muslos.
- Continúe estirando los costados del tronco y el tronco frontal hacia los pies, llevando el esternón más hacia delante, a la vez que absorbe los omoplatos y la zona media de las dorsales hacia el pecho. 
- Expanda la zona dorsal desde el centro hacia los lados.
- Alargue la cabeza hacia los pies y apoye la barbilla o frente en las tibias. No encorve la espalda para llegar con la cabeza a las rodillas,  es recomendable apoyar la frente sobre un soporte alto, unas mantas dobladas sobre las tibias o incluso sobre una silla para apoyar la frente sobre el asiento. 
- Las piernas estiradas y muslos frontales hacia el suelo en rotación hacia dentro.
- Cara, boca y garganta relajada
- Mirada tranquila
- Mantenga la postura de 1 a 5 minutos, respirando suavemente
- Esto es Paschimottanasana.
- Para salir eleve el tronco.
- Vuelva a Dandasana
Detalles técnicos
Durante el descenso y estancia en la postura, es importante que la espalda permanezca lo más recta posible, sin quedar excesivamente redondeada en las zonas dorsal o cervical. Evita que las piernas se separen o caigan hacia los lados. Mantén los pies y los dedos estirados hacia arriba.
Para facilitar y mejorar la ejecución de paschimottanasana, observa los siguientes detalles:
a) Mantén los muslos activos y las corvas muy estiradas, pegadas al suelo. Los talones estirados hacia adelante y las puntas de los pies dirigidas hacia la cara.
b) Flexiónate por las caderas, volcando la pelvis hacia adelante y llevando los glúteos hacia atrás. Alarga la zona baja de la espalda.
c) Evita comprimir el pecho y el abdomen, permitiendo que queden expandidos sobre los muslos. Lleva los hombros hacia atrás y hacia abajo.
Los principiantes y las personas que tengan poca flexibilidad, pueden hacer paschimottanasana ayudados con una cinta o correa. La forma de proceder es como sigue: sujeta la cinta con ambas manos y ponla alrededor de los pies.
Inhalando estira toda la columna hacia arriba, alejando el tronco de las piernas.Mantén los brazos estirados y la espalda plana. Permanece en esta postura de veinte a treinta segundos, respirando libremente. Luego, exhalando, haz una tracción con los brazos, acercando el tronco a las piernas, sin redondear la espalda.
Después de algún tiempo de practicar regularmente con la cinta, podrás alcanzar los pies con las manos y realizar la variante clásica de paschimottanasana.
Las personas con poca flexibilidad pueden también realizar la variante clásica de la pinza, dejando las rodillas ligeramente flexionadas y situando el abdomen en contacto con los muslos. Otra posibilidad consiste en ayudarse con un sáfu que se colocará en forma de cuña debajo de los glúteos. Así la pelvis queda elevada y se facilita el descenso del tronco sobre las piernas.

Cómo progresar en Paschimottanasana
La pinza suele resultar difícil a los principiantes, porque la falta de ejercicio y las tensiones que se han acumulado a lo largo de los años, dan como resultado una columna vertebral poco flexible, y mucha rigidez en las piernas. Recuperar la flexibilidad natural de la espalda y las piernas no es asunto de un día, y para lograr buenos resultados se impone la paciencia.
Evita forzar la postura, o intentar progresar mediante tirones bruscos. La actitud adecuada consiste en observar el cuerpo para comprender su estado, y descubrir la forma de avanzar cómodamente, descartando toda violencia. Hay que progresar muy gradualmente y sin quemar etapas. Lo más idóneo en los primeros momentos es permanecer pasivo en la postura. Así la respiración se ubicará correctamente y tendrás la oportunidad de revisar conscientemente todo el cuerpo, descubriendo dónde se localizan los obstáculos o tensiones que te impiden progresar.
Cuando hayas localizado las zonas donde existe mayor rigidez, que suelen ser las corvas, cara posterior de los muslos, glúteos y la espalda, concéntrate en ellas intentando profundizar hasta que tu conciencia llegue a la raíz de las tensiones. Apoyando tu atención con una respiración lenta y profunda, conseguirás que las tensiones comiencen a disolverse, sin esfuerzo de tu parte. Después de unos momentos de pasividad y cuando te encuentres bien relajado, podrás intensificar la postura más fácilmente. Intercala entonces una fase activa. Aprovechando la exhalación, haz una tracción lenta y progresiva con la fuerza de los brazos, aproximando el tronco a los pies. No hay que intentar ganar mucho terreno durante una sola exhalación y sí hacerlo poco a poco a lo largo de unas cuantas respiraciones. Como si fueras bajando una escalera peldaño a peldaño, a cada exhalación desciende un pequeño tramo, y durante la inhalación relájate, tratando de no perder el terreno conseguido.
Otro recurso para progresar en paschimottanasana consiste en intercalar algunas respiraciones toráxicas. Al inhalar eleva la cabeza y estira toda la columna hacia arriba, desde el coxis a la nuca, y al exhalar haz una tracción con los brazos, alargando el tronco y el cuello hacia adelante, para finalmente plegarte sobre las piernas. Cuando notes que has llegado a tu tope, será un buen momento para inmovilizarte y dejar que la postura trabaje por sí misma. Si la estancia en la paschimottanasana es prolongada, puedes intercalar varias fases activas, reservando la inmovilidad total para los últimos momentos de permanencia en la postura.
Beneficios de Paschimottanasana
- En Paschimottanasana la columna se mantiene recta y horizontal, el corazón se sitúa debajo de ella. Esta postura proporciona un masaje al corazón, así como a la columna y a los órganos abdominales, con los que se reponen y la mente descansa.
- El efecto de esta postura sobre la mente es mágico. La mente alterada, irritada y agitada se tranquiliza y los estados de ánimo como el enfado, irritación, etc. se calman, alivia el estrés y restaura el sistema nervioso.
- Calma las glándulas suprarrenales
- Tonifica los riñones, la vejiga y el páncreas
- Activa el hígado y mejora el sistema digestivo.
- La región pelviana se estira, y se estimula el riego sanguíneo. Los ovarios, el útero y todo el sistema reproductor se revitalizan y mejora su funcionamiento.
- Tonifica los órganos abdominales y los mantiene libres de pereza
- Rejuvenece la totalidad de la columna vertebral y mejora la digestión.
- Estira la espina dorsal, hombros e isquiotibiales
- Alivia el dolor de cabeza y la ansiedad y reduce la fatiga
- Favorece la memoria y aporta claridad de pensamiento.
 Energiza, armoniza y equilibra todo el organismo.
Actúa sobre la columna vertebral, especialmente en la zona lumbar y sacrococcigea, favoreciendo de esta forma los órganos urinarios y genitales.
Extiende la musculatura de piernas.
Estimula el sistema nervioso y la médula espinal. Realiza un profundo masaje en los órganos abdominales, beneficiando el estómago, el bazo, el páncreas, el hígado y los intestinos.
Ayuda a reducir la adiposidad abdominal.
Trabaja profundamente la zona de riñones.
Combate la sequedad de vientre, las hemorroides, el lumbago y la ciática.
Actúa sobre el plexo solar, sedando las emociones.
Activa notablemente el nadi Sushumna.
Genera confianza y equilibrio interno.

BENEFICIOS
Sistema óseo:
Otorga movilidad de la columna vertebral, hacia adelante. Beneficioso para contrarrestar lordosis lumbar y cervical.
Sistema muscular:
Flexibiliza la cadena posterior del cuerpo. Trabaja la zona del abdomen.
Sistema circulatorio:
Aumenta la circulación sanguínea en la cadena posterior, la zona del tronco hacia la cabeza, Favorece irrigación hacia los órganos de la cabeza .
Sistema nervioso:
Alivia la compresión de los filamentos nerviosos que salen desde la columna. En especial los de la zona cervical y lumbar.
Sistemas orgánicos:
Estimula por compresión a los órganos de la pelvis y zona abdominal.
CONTRAINDICACIONES 
Sistema óseo:
Contraindicado para cifosis dorsal.
Sistema muscular:
Contraindicado en caso de acortamiento en la zona posterior del cuerpo,en especial en caderas y miembros inferiores.
Sistema circulatorio:
Si hay tensión en la zona de caderas y piernas puede producirse adormecimientos de los miembros inferiores y/o calambres en pies y piernas.
Sistema nervioso:
En la mayoría de los casos es beneficiosa la postura, pero se debe realizar con cuidado en caso de pinzamientos, hernias de disco en la zona cervical o lumbar, lumbalgias, inflamación del nervio ciático.
Sistemas orgánicos:
Contraindicado en caso de inflamación de los órganos ubicados en la zona pélvica y abdominal.